La disfunción eréctil es un problema que puede afectar profundamente la estabilidad psico-emocional de los hombres que la padecen. Pero además, es una dificultad que por considerarse embarazosa con frecuencia provoca que ellos sean reacios a hablar del problema, lo cual es vital para su recuperación.
Los casos de impotencia masculina pueden manifestarse tanto en hombres maduros como en jóvenes. Este gran problema los puede frustrar, poner de mal humor e incluso afectar gravemente su autoestima. Sin embargo, a pesar de que puede ser un problema muy molesto, existen maneras de prevenirlos e incluso tratarlos por vías naturales para tener una cura total.
¿QUÉ VERÁS EN ESTE ARTÍCULO?
En el artículo de hoy analizaremos el problema bien a fondo. Iremos por las diferentes causas que pueden estar ocasionando el problema y te presentaremos una solución, aplicable en el 95% de los casos. El otro 5% corresponde a personas que realmente no tienen este problema.
Actualmente, la ciencia ha estudiado las causas físicas y psicológicas que pueden causar la impotencia. En consecuencia, se han desarrollado medicaciones y tratamientos que ayudan a superar esta condición médica.
El primer paso, ante todo, es informarse sobre todo lo relacionado con esta dificultad y tener una disposición abierta para realizar un tratamiento. Así que, continúa leyendo.
- Qué es la disfunción eréctil
- A qué edades afecta
- A cuántos hombres afecta en promedio
- ¿Cómo autodiagnosticar la disfunción eréctil?
- ¿Cuáles son las causas de la impotencia masculina?
- Problemas vasculares
- Problemas psicológicos
- Alteraciones hormonales
- Problemas neurológicos
- Consecuencias farmacológicas
- ¿Cuáles son los síntomas de la disfunción eréctil?
- ¿Qué tratamientos existen para la impotencia?
- Ayuda Psicológica
- Medicamentos
- Suplementos naturales
- Dispositivos de vacío
- Anillos para el pene
- Intervenciones quirúrgicas
- ¿Se puede prevenir la disfunción eréctil?
- Dejar la vergüenza atrás
¿Qué es la disfunción eréctil o impotencia?
La disfunción eréctil, también llamada impotencia sexual masculina, es la incapacidad que tiene el hombre para mantener o conseguir una erección que le permita mantener una relación sexual.
Esto no es lo mismo que la falta de deseo sexual, ni está relacionada con la eyaculación precoz o la ausencia de eyaculaciones.
La impotencia masculina es una enfermedad muy frecuente, que, si no se llega a tratar a tiempo, puede ocasionar graves problemas en las relaciones de pareja, con la familia, el entorno laboral y social.
Todos los hombres pueden llegar a tener en algún momento problemas para tener o mantener una erección. Pero, eso no indica necesariamente que estemos ante un caso de disfunción eréctil ya que este problema puede manifestarse en distintos niveles.
Puede tener complicaciones para mantener la erección durante todo el acto sexual, luego de determinado tiempo, o bien, puede llegar al nivel más problemático en el que no puede manifestar erecciones de ninguna clase.
¿A qué edades afecta?
Es usual estipular que los problemas de disfunción eréctil se manifiestan en hombres maduros, desde los 40 años en adelante. Esto es debido a la declinación en la producción de testosterona en los varones (algo normal al avanzar la edad) y problemas en la circulación sanguínea (usuales al pasar los 40). Sin embargo, esto no es una regla, sino una generalización.
Paradójicamente, este problema también puede presentarse en jóvenes, ya que hay factores que no distinguen edad. Ya sea por cuestiones físicas o psicológicas, este problema no reconoce edades ni razas. Por eso, tanto en jóvenes como en adultos, la impotencia es un tema de consulta médica frecuente.
¿A cuántos hombres afecta en promedio?
La disfunción eréctil se presenta en diversas formas, de acuerdo a tres franjas de edad. Y las causas que predominan también varían en función a este factor. Estas se presentan de la siguiente forma:
- Hombres hasta los 30 años: 1 de cada 10 hombres tiene disfunción eréctil. En esta franja predominan los factores psicológicos. Pueden deberse a problemas emocionales, estrés o una relación disfuncional con el sexo.
- Hombres entre 30 y 65 años: 4 de cada 10 hombres manifiestan problemas de impotencia. Pero en este caso, aumentan las causas orgánicas, malestares físicos y problemas urológicos. La disminución de la producción de testosterona toma un papel fundamental en esta franja, puesto a partir de los 30 la disminuye anualmente en un 1%.
- Hombres de más de 65 años: 6 de cada 10 hombres puede tener problemas para mantener una erección. Se debe mayormente a enfermedades del corazón, y de próstata que interfieren en el desempeño sexual, así como a la producción de testosterona también. Que a estas alturas es muy fácil de encontrar déficits en este aspecto.
¿Cómo autodiagnosticar la disfunción eréctil?
Si bien un diagnóstico médico es lo más conveniente para saber si se sufre de este problema por causas orgánicas es posible autodiagnosticar la disfunción eréctil.
Un varón que tenga este problema debe reflexionar en lo siguiente:
- ¿Qué tan confiado se siente para tener y mantener una erección?
- ¿Qué tan seguido ha logrado una penetración durante el sexo?
- ¿Le es posible mantener la erección luego de penetrar a la pareja sexual?
- ¿Cuánto tiempo puede mantener la erección hasta la eyaculación?
- ¿Llega a la eyaculación o pierde antes la erección?
- ¿Con qué frecuencia ha logrado tener una relación sexual satisfactoria?
Estas preguntas guía dan la pauta de que un hombre sufre de disfunción eréctil. La frecuencia será el indicador cuando se manifiesten problemas frecuentes en la vida sexual. De lo contrario, no debe considerarse necesariamente que padece este problema. Los casos aislados, o bien, tener una vez una relación sexual insatisfactoria no son indicadores ni alertas para la disfunción eréctil.
¿Cuáles los 5 causantes de la impotencia masculina?
Esta complicación se origina en dos posibles factores: físicos o psicológicos. Los primeros pueden tratarse de inmediato con medicamentos, métodos u operaciones. Los segundos, dependerán de recurrir a terapias que brindan psicólogos o sexólogos especializados.
Las causas físicas pueden deberse a tres fuentes básicas que interfieren con las posibilidades de mantener el pene erecto:
- Problemas con el flujo de sangre
- Dificultades en los nervios del pene
- Alteraciones en la producción de testosterona.
Pueden encontrarse en la web pruebas caseras que permiten identificar si el problema de impotencia es físico o psicológico.
1. Problemas vasculares
Esta causa es muy habitual. Sucede cuando el pene no puede acumular la sangre que necesita para tener una erección, por lo general, es porque no llega la cantidad suficiente.
Los problemas como la diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, altos niveles de colesterol en la sangre o malos hábitos como fumar pueden provocar trastornos vasculares que afecten negativamente la erección.
La circulación de la sangre en el organismo es vital en muchos aspectos de la salud del cuerpo. Y esto incluye el plano sexual. Si el flujo de sangre falla, es lógico que haya problemas para mantener una erección.
Esto, en general, también nos indica que un mal estado físico puede ser causante de la disfunción eréctil. Y puede solucionarse mediante un cambio en el estilo de vida.
2. Problemas psicológicos
Cuando luego de un chequeo físico no se encuentra ninguna alteración que interfiera con el desempeño sexual, no caben dudas que el problema es psicológico. Hay factores emocionales que agobian a un individuo, lo más lógico es que esto interfiera con la vida sexual.
En este caso, el pene no presenta alteraciones físicas. Pero, la ansiedad (la cual es frecuentemente provocada por el miedo a defraudar a la mujer o no conseguir la erección), la depresión, los problemas con la pareja y hasta el estrés pueden traer problemas a la cama e interrumpir el acto sexual.
Las excesivas preocupaciones en el marco laboral, social o familiar pueden implicar que no se le dedique la atención necesaria al marco sexual. La inapetencia, fatiga, falta de ejercicio, fracaso laboral o insomnio también afectan de manera negativa la vida sexual del hombre.
Es muy importante tratarse ya que la disfunción eréctil puede empeorar la situación y manifestarse en depresiones profundas, sentimientos de culpa, temor a la intimidad o un estado de ansiedad constante. En este caso, el paciente debe estar dispuesto a realizar una terapia psicológica para hallar la causa de la misma.
3. Alteraciones hormonales
Aunque estas causas son poco frecuentes, por lo general, se debe a un déficit en las hormonas sexuales masculinas, como por ejemplo, la testosterona.
4. Problemas neurológicos
Este caso de impotencia se produce cuando hay una interrupción en la transferencia de mensajes entre el cerebro y el pene, debido a una lesión en los nervios involucrados en esta comunicación.
Esto sucede frecuentemente ante las lesiones de la médula espinal, la esclerosis múltiple o tras ciertas intervenciones quirúrgicas llevadas a cabo en la pelvis.
5. Consecuencias farmacológicas
Hay varios tipos de medicamentos que, entre sus efectos secundarios, pueden provocar impotencia masculina.
Entre estos medicamentos podemos encontrar algunos usados para la hipertensión arterial, trastornos psiquiátricos y enfermedades cardíacas.
Por eso, ante un problema de disfunción eréctil siempre es útil revisar los efectos adversos de los medicamentos que se están tomando.
¿Cuáles son los síntomas de la disfunción eréctil?
El principal síntoma de la impotencia masculina es un cambio en la calidad de la erección. Es decir, tanto en la calidad de la rigidez como en la capacidad de mantener dicha erección.
Si este problema es originado por causas físicas, uno de los principales síntomas es la imposibilidad de mantener o tener una erección al despertarse por la mañana.
Cuando este problema tiene origen psicológico es probable que la impotencia se produzca por cierto período en la vida de la persona. Concretamente, en los momentos de estrés por ejemplo. También es un síntoma claro el tener erecciones en solitario pero no lograrlo ante una pareja.
Si estos problemas son identificados y persisten por más de 3 meses, el hombre deberá acudir a un urólogo especializado en impotencia masculina para elegir el tratamiento más adecuado.
¿Qué tratamientos existen para la impotencia?
Lo primero es identificar el problema. La solución dependerá de si el problema es físico, farmacológico o psicológico. Puede implicar la necesidad de cambiar el estilo de vida, y en última instancia, puede recurrirse a una cirugía.
Ayuda Psicológica
La ayuda psicológica es muy recomendable para hombres menores de 40 años, ya que es poco probable que estos tengan problemas físicos. También es importante que sean capaces de acudir con la pareja sexual y de hablar de lo que sea posible que los esté afectando.
Medicamentos
También es posible usar medicación para tratar este problema. Está demostrado que los inhibidores de la fosfodiesterasa oral tipo 5 son la mejor terapia para esto.
Suplementos naturales
Es posible combatir la impotencia mediante el consumo de suplementos que tienen un efecto comprobado en el estímulo de la circulación sanguínea en la zona genital.
Algunos de los más usados son:
- Yohimbe
- Ginko Biloba
- Maca Peruana
- Hierba de la Cabra en Celo
- Testofen Fenugreek
- Hongo de la Oruga
- Ginseng Rojo
- Azafrán
- Ortiga
También es posible tomar suplementos que ayuden a incrementar los niveles de testosterona, ya que en muchos casos la impotencia masculina es debido a un déficit de esta hormona.
Suplementos como Rx24 o TestoUltra son opciones muy populares, haz clic en los enlaces para leer más acerca de cada uno de ellos. Estos suplementos no tienen efectos secundarios y además de incrementar los niveles de testosterona de forma natural, mejoran tu rendimiento sexual y la calidad de la erección.
En particular, Rx24 es reconocido por tener una fórmula concentrada que incluye hierba de cabra en celo y raíz de ortiga, extractos de raíz de Tongkat Ali, de fruta de palma americana, dióxido de silicio y quelato aminoácido de Boro. Este suplemento está cuidadosamente elaborado para estimular de manera natural la producción de testosterona.
Lo más destacable es que no se han registrado efectos secundarios nocivos, salvo en aquellas personas que lo han tomado siendo conscientes de que tienen problemas muy particulares del corazón. Pero con el abandono de la ingesta diaria se les ha solucionado el problema. Si ese es tu caso, estudia si realmente puedes tomarlo.
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En Opinión Salud recomendamos sobre todo este suplemento ya que es aplicable en la mayoría de los casos y no tiene efectos secundarios nocivos como tal. Además, sabemos que funciona muy bien, pues nuestros lectores nos lo han hecho saber.
Dispositivos de vacío
Se trata de medios mecánicos para producir una erección. Este es un recurso para aquellos hombres que no pueden consumir medicamentos por razones médicas. Tiene la capacidad de poner al pene rígido al provocar un vacío que aumenta el flujo de sangre en torno al miembro masculino.
Anillos para el pene
Consiste en aplicar un anillo de goma en la base del órgano genital. Éste ayuda particularmente cuando la dificultad está en mantener la erección. El mismo mantiene el pene erecto durante la penetración ya que retiene el retorno sanguíneo.
Hay que tener precaución con su uso frecuente ya que puede causar hematomas, le quita un poco de espontaneidad a la relación sexual y si no es de la medida correcta puede ocasionar una estrangulación.
Intervenciones quirúrgicas
La posibilidad de realizar estas intervenciones surge si los otros medios no han sido del todo satisfactorios. Mayormente se realizan dos: colocación de implantes y cirugías vasculares.
El primero consiste en la implantación de un dispositivo mecánico que favorece la erección, que se oculta en el cuerpo dándole una apariencia normal. Pero esta medida siempre guarda el riesgo de infecciones, fallas y algunas molestias.
La operación cardiovascular en cambio se encarga de un problema mucho más concreto. Esta intervención reconstruye vasos sanguíneos alterados que pueden estar causando problemas para que un varón tenga una erección.
Este último método requiere de la consulta con un médico especializado y es para casos muy particulares.
¿Se puede prevenir la disfunción eréctil?
La principal herramienta para poder prevenir la aparición de este problema, es cambiar el estilo de vida.
Es decir, debes comer más saludable, de manera de que nuestras arterias y venas estén más sanas, dejar el hábito del tabaco o cigarrillo, disminuir el consumo de alcohol y grasas saturadas.
Por otro lado, dejar la vida sedentaria y practicar técnicas de relajación que ayuden a controlar el estrés y la ansiedad son una recomendación que no debe dejarse de lado.

Dejar la vergüenza atrás
Una vida sexual insatisfactoria puede afectar psicológicamente a cualquier ser humano. En el caso de los hombres, esto es un ataque a su autoestima y vitalidad personal ya que no solo se trata de su salud, sino que entra en juego su “hombría”.
Si un hombre no puede desempeñarse en el acto sexual siente que no es dueño de sí mismo y de su masculinidad. Este mal termina afectando su vida personal en muchos niveles. Por eso, es muy importante dejar de lado los sentimientos de vergüenza, informarse y buscar ayuda lo antes posible para comenzar un tratamiento.